The site of Cristina Alvarez Magliano Fine Art in Marquetry |
Marqueteria es arte? O es artesania? Marquetería es arte? O es artesanía? El concepto clásico de marquetería como “la antigua técnica de crear imágenes mediante pequeñísimas piezas de diferentes maderas sobre una superficie plana”, explica con más o menos claridad la forma en que una pieza decorativa ha sido hecha. Los colores y vetas de la madera forman texturas visuales; la forma de los cortes se puede ver a ojo desnudo. La marquetería es entendida, en general, como una muy detallada decoración de muebles y gabinetes. Aunque no formalmente, es también enseñada en ese concepto, a tal punto que se suele prestar muchísimo trabajo al revés de la pieza, por lo cual el revés recibe tanta atención como el frente, inclusive en piezas bidimensionales. Como consecuencia, en esa definición el uso de madera –en contraposición a otros medios como el óleo, acrílico, cera, papel, plástico, etc.- se enfatiza con tanta fuerza como la técnica en sí misma. De esa manera la substancia, el material y el método terminan el concepto, dando a muchos expertos la idea de que marquetería es el arte de producir imágenes mediante el uso de madera en procesos específicos (como el corte, el pegado, etc.). Esta nocion tiene muchos adeptos, aunque no es aceptada universalmente, en las asociaciones que tienen el objetivo de preservar, aumentar y mejorar el conocimiento, distribución o enseñanza de la marquetería. Piezas de marquetería son evaluadas si han sido hechas siguiendo los starndards y patrones fijados, en una tendencia que conduce al entendimiento de que inclusive una copia o una multiplicidad de piezas idénticas pueden ser consideradas ‘arte’. Sin embargo, parece que en el mundo de los arts dealers, galerías e inclusive museos, esa no es la regla en absoluto. Por ejemplo, un trabajo artístico es en general definido con independencia de la substancia utilizada para llevarlo a cabo (una ‘pintura’ seguirá siendo pintura sin que importe si es óleo, acrílico, cera o cualquier otro material; lo mismo pasa con esculturas o instalaciones y otros trabajos). La categoría de la imagen puede brindar una mejor comprensión de la pieza (abstracta, figurativa, representativa, etc.) en la misma forma en que su pertenencia a una escuela o movimiento artístico puede mejorar su valuación. Ello es así, porque en el proceso de clasificación de un trabajo como artístico, el medio tiene muy poco o nada de valor en sí mismo, en contraposición a otros elementos definitorios, como la composición, la originalidad, buen gusto, etc. –uno puede imaginar las diferencias en el Arte Conceptual, por ejemplo-. El uso de lo que algunos consideran basura como medio en trabajos contemporáneos revela que belleza y originalidad pueden ser logrados de innumerables maneras. Como se dice en ‘Modern Edition, Medium rare’: “La enorme variedad de medios y técnicas empleados hoy por los artistas es fascinante y, en muchos casos, define fuertemente sus prácticas, ya que los artistas se esfuerzan para ampliar los limites de la creatividad a través del uso altamente individual de medios o métodos no convencionales”. Cuando esta línea de razonamiento se usa para verificar la exactitud del concepto común de marquetería que se ha señalado más arriba, surge claro que esencialmente, marquetería es solo una técnica, un método de trabajo en el cual la madera provee los colores (peral suizo=rosa; ébano= negro, etc.) y las texturas de las imágenes. Los valores artísticos del trabajo serán atribuidos por factores que no se relacionan con el uso del material madera. Sin embargo, se acepta que el uso de un medio particular puede influenciar el modo en que el artista crea las imágenes, usa otros medios y, eventualmente, elige los temas de su trabajo. Este enunciado fue discutido durante la exhibición Contra la Veta: Madera en el arte y la artesanía contemporánea, organizado por el Museo de Arte y Diseño de Nueva York, en septiembre 2012 hasta enero 2013. Una de sus organizadoras lo define así: Esta exhibición aborda un tema fuertemente debatido. Desde que los límites entre arte, artesanía y diseño se superponen cada vez más, estas categorías deberían ser redefinidas, y si es así, como? En Contra la Veta, el versátil medio ‘madera’ se usa para abordar este tema, explorando tendencias postmodernas incluyendo mímica, ensamblaje, virtuosidad y humoradas –con propósito serio- como así también temas del ambiente asociados al trabajo de la madera. |
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Tom Deininger usa objetos descartados para formar hermosas imagenes. |
Ai Weiwei, "Chairs from XVII Dinasty" Matthew Bower "10 Artists contemporaneos que Usan muebles como Medium" |
UNA EXPERIENCIA PERSONAL Una vez, hace ya un tiempo, fui compelida a investigar si expresiones como ‘arte folclórico’, ‘arte nativo’, ‘arte ingenuo’, manierista, pop, abstracto, marqueteria, o cualquier clase de arte que se pueda inventar, puede tener un sentido peyorativo, especialmente para el artista. Empecé mi búsqueda alrededor de la terminología artística y, sin ningún resultado, terminé buscando conceptos basados en experiencias más que definiciones escolásticas. Mi campo de acción debería ser limitado a la descripción personal de lo que un artista debería reflejar en su trabajo, sin importar la definición que ese arte pudiera merecer. Estos fueron mis descubrimientos. Sabemos que cuando trabajamos en un proyecto de imagen queremos, en primer lugar, agradar a nosotros mismos, pero también queremos impresionar o agradar al espectador. Podría uno imaginar una experiencia más gratificante que la que producen palabras mágicas como “Oh, que hermosa obra!!!, “como logra esas imágenes tan maravillosas?. Probablemente no. Pero, sin embargo, no nos hace sentir como un verdadero artista. Estamos constantemente buscando algo más aunque no sabemos exactamente qué. Tal vez queremos agregar sentimientos, o nuestra concepción acerca del mundo, de la humanidad o nuestros sueños e ideales. Pero estamos seguros de que, por lo menos, dos elementos deben estar presentes en un trabajo para mostrar ese sentido de realización que revela al verdadero artista. Por un lado, debe haber una imagen –forma, figura, reflejos, colores, contrastes, etc.- que producimos con máximo grado de excelencia. Por otro lado, debe haber algo para decir, para transmitir -sentimientos, pensamientos, cuentos, movimientos, placer e inclusive filosofía- que debe estar presente, a nivel consciente o inconsciente, durante el proceso de elaboración de la obra. A veces hay malentendidos acerca de este último requerimiento: no es algo que se pueda implantar más tarde cuando tratamos de poner la obra en el mercado, como un cuento para sumar algo de misterio al autor, parecido al de la venta del chevy 1986 que está en el garaje. No es un ejercicio válido, y menos un enfoque honesto, tomar el paisaje que hicimos hace algunos años para el cumple de la tía, re-enmarcarlo, re-titularlo y decir a los clientes de la galería y a nosotros mismos que el medio ambiente necesita ser cuidado especialmente (lo cual es verdad) y que nuestra intención es reflejar esa necesidad en nuestro trabajo (lo cual podrá ser cierto en el futuro). Aveces, cuando visito galerías comerciales, nada me enoja tanto como escuchar a un vendedor decir algo así como “este artista trabaja exclusivamente para nosotros en temas de la naturaleza”, cuando ese artista ha sido figurativo (o abstracto, etc.) desde siempre. Posiblemente hayan escuchado anécdotas como éstas muchas veces. Debemos aprender a desmitificar el lenguaje de ventas y sobre todo, prevenir que se nos pegue en la mente y en los sentidos, por lo menos por un tiempo. Cuando el proceso imagen más sentido se ha completado de una manera honesta, profunda y comprometida, el artista estará listo para saltar fuera de la sartén y correr hacia el fuego del mundo del arte: nada fácil y nada simple, pero lleno de sorpresas, emociones y, eventualmente, resultados. Una auténtica obra de arte es un reglado ofrecido al futuro (Albert Camus). |